*Con el temor de enfrentarse a sus paisanos, dos soldados y un sargento decidieron abandonar su país
Rusvel RASGADO
CIUDAD IXTEPEC, Oax.- Tres soldados hondureños desertaron de las fuerzas armadas de su país ante el temor de que se desate una guerrilla y tener que enfrentarse a sus propios paisanos. Se encuentran en Ixtepec en busca de refugio de México.
El sargento primero Nahúm Pérez, dijo que desertó de las fuerzas armadas de Honduras durante la madrugada del pasado viernes 17 de julio, y junto con otros compañeros, partió rumbo a México. Actualmente están instalados en la Casa del Migrante “Hermanos en el Camino” en Ixtepec.
Nahúm Pérez, Pastor Ventura y Darwin Ramírez, coincidieron en que la situación que vive Honduras tras el golpe de estado contra el presidente Manuel Zelaya, “es crítica” y el peligro latente de una guerrilla, ha provocado más temor entre los habitantes de las principales ciudades, como San Pedro Sula y Tegucigalpa.
El ex sargento Nahúm Pérez, indicó que no tiene intenciones de viajar hacia Estados Unidos, como muchos de sus paisanos, pero tampoco quiere regresar a su país, por el temor de ser reclutado, encarcelado o incluso asesinado por huir.
“Afortunadamente no tenemos necesidad de ir a los Estados Unidos, por eso estamos pidiendo el refugio a México, decidimos salir de nuestros país, para no enfrentarnos a nuestros propios hermanos y mancharnos la mano con su sangre”, expresó Nahúm.
Establecidos desde el 24 de julio en la Casa del Migrante en Ixtepec, en el Istmo de Tehuantepec, los tres hondureños esperan respuestas del gobierno del estado para recibir el estatus de refugiados o en su caso el asilo político.
Pérez, estaba por terminar su grado de teniente, y hasta antes del 17 de julio, era el encargado de cubrir las fronteras de Honduras con Guatemala y El Salvador.
Por su parte, los soldados Darwin y Pastor, habían sido citados para presentarse el 30 de julio con las fuerzas armadas, pero para ese entonces, ya se encontraban en territorio mexicano y buscan un nuevo trabajo.
Los tres, recordaron que horas antes de llegar a Ixtepec, fueron asaltados en Arriaga Chiapas, donde vieron morir a uno de sus paisanos a balazos.
Manifestaron que la travesía que siguen los centroamericanos por tren, es muy peligroso, y si no fuera por el conflicto político de Honduras, en lo particular no abandonarían su país.
Al respecto, el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra, coordinador de la Movilidad Humana del Episcopado Mexicano en el Sur de México, así como director de la Casa del Migrante de Ixtepec, apuntó que más de 20 hondureños han solicitado de manera oficial el estatus de refugiados, sin embargo, algunos han sido trasladados a la ciudad de México y están protegidos por el Instituto Nacional de Migración.
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