Cinco detenidos y ninguna víctima ha sido el balance final del secuestro de un avión de la compañía Aeroméxico que fue desviado desde Cancún hasta México DF.
La policía federal ha entrado en el aparato, un Boeing 737 en el que se encontraban los secuestradores, quienes supuestamente portaban explosivos aunque finalmente se comprobó que no portaban ninguna bomba. Los captores, de nacionalidad boliviana, exigían ser recibidos por el presidente Felipe Calderón.
Los 104 pasajeros del vuelo, entre los que no había ningún español, abandonaron el aparato antes de la intervención policial y fueron evacuados de la zona en autobuses.
miércoles, 9 de septiembre de 2009
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