Rusvel RASGADO
JUCHITÁN, OAX.- En el Istmo de Tehuantepec, comer tamales de iguana durante la cuaresma es una tradición ancestral que no se pierde ante el paso de los años.
En Juchitán éste representa un platillo típico y exquisito que se vende en el mercado público por mujeres como Alicia Vásquez, anciana de 60 años de edad, quienes se acostumbran levantarse durante la madrugada para iniciar la preparación de los tamales de iguana.
“Para el tamal de iguana, primero se prepara la masa, después se le echa el mole y dentro se le pone la iguana, el mole se prepara con semilla de calabaza”.
“Es muy común que en esta temporada de la cuaresma se consuma el tamal de iguana, ya que es en esta época en las que las iguanas ya tienen sus huevitos y son muy exquisitos”, expresó.
A pesar de ser una especie en peligro de extinción, en Juchitán se consumen en diversos platillos, sobre todo en la cuaresma y Semana Santa, cuando es más común prepararla en tamales.
Albino Regalado, habitante de Juchitán, dijo que pese al paso de los años, los juchitecos no han olvidado que el consumo del tamal de iguana es propio de la temporada de la cuaresma.
“Año tras año, durante la época de la cuaresma, este es un platillo que es muy consumido por la gente de Juchitán, específicamente lo que es el tamal de iguana”, indicó.
Ante la escasez de la especie en la región del Istmo de Tehuantepec, las iguanas que se utilizan para la elaboración de los tamales provienen de diferentes estados del sur del país.
La comerciante Alicia Vásquez aseguró que la especie se está extinguiendo en la región del Istmo de Tehuantepec, ante la depredación de la iguana, por lo que se tienen que importar de otros estados del sur del país, desde Veracruz, Tabasco, Chiapas, hasta Guerrero.
Cientos de iguanas son sacrificadas durante esta época de festividades que culminan el “Domingo de Ramos”, día en que los zapotecas festejan a los muertos saboreando los típicos tamales.
Para el Director del Foro Ecológico Juchiteco, Eduardo Martínez Noriega, es imposible evitar el consumo de las iguanas, sobre todo en los tamales que se expenden a 10 pesos la pieza en el mercado público, porque ya es una tradición difícil de romper.
Sin embargo, dijo que existe la alternativa de que los propios comerciantes puedan criarlas en sus propias casas para evitar su extinción.
Durante la celebración del “Domingo de Ramos”, se sacrifican en promedio unas 500 iguanas tan sólo en Juchitán.
viernes, 27 de febrero de 2009
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